Princesa
Princesa es una perrita tipo pitbull que vive con una comunidad callejera cercana. Es una perra linda, lista y muy tranquila. Está muy educada. Aunque vive en la calle, sabe mantenerse cerca de su comunidad y no le ladra a los perros que pasan por su espacio (que es variable, aunque a veces permanecen en un lugar por más tiempo). Si sus humanos dan muestra de amabilidad con alguien, ella se acerca, curiosa y amigable. En cambio, si sus humanos son objeto de hostilidad, sale a su defensa, ladrando e incluso mordiendo cuando es necesario.
Princesa, como no está esterilizada, tiene perritos cada tanto. Hace unos días tuvo una nueva camada y ha permanecido en su campamento callejero, que está en un lugar por la noche y se mueve durante el día, cuidando a sus cachorros. No sé si sus humanos los vendan o qué hagan con ellos… Esa práctica es común por aquí, donde aparecen nuevas perritas tipo pitbull cada cierto tiempo, se embarazan y luego desaparecen. Una vez le propuse a un hombre de otra comunidad ayudarle a esterilizar a sus perros. Me dijo que no, que ya tenía a quien darle los perritos.
La diferencia con Princesa es que es una perra amada y cuidada. A lo mejor no lo suficiente según los estándares de un perro hogareño, pero sí mucho en comparación con otros perros que acompañan a personas que viven en la calle.
Hoy, por ejemplo, mientras mudaban el campamento de un espacio a otro, Princesa le pidió a su humano que fuera por sus cachorros. Lo vi todo desde lejos (y luego más de cerca) mientras paseaba a Mostaza. En la noche, duermen en el espacio de estacionamiento de una tienda de autos; en el día, últimamente se mudan al cruce de la avenida, cerca del camellón. Princesa cruzó corriendo del camellón al campamento nocturno. Luego la siguió su humano, junto con otro perrito, más joven que princesa. Minutos más tarde volvieron los tres cargando y cuidando una cobija que envolvía a los cachorritos. El humano los acomodó de manera cuidadosa en el nuevo campamento para que Princesa pudiera volver a estar con ellos. Y eso, la verdad, me hizo el día.
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