Historias verídicas de perros

Por algún tiempo, Walter Benjamin se dedicó a escribir programas radiofónicos para la infancia. En ese espacio narró breves relatos sobre las calles de Berlín, su dialecto, sus grandes almacenes de juguetes y sus espectáculos de títeres dirigidos a niñas y niños. Además, compartió reflexiones sobre la caza de brujas, antiguos bandidos alemanes, el terremoto de Lisboa y otras catástrofes. Y casi en sus últimas intervenciones  habló también de perros; en particular, de un perro llamado Medoro.

Medoro se encontraba en París en un momento de revuelta. Se dice que, a la muerte de su humano, se quedó rondando las fosas repletas de cadáveres. Con frecuencia se lo veía escarbando en la tierra para recuperar un pedazo de tela que, más tarde, volvería a enterrar. Y cuando recibía algún trozo de pan o algo de alimento, dejaba un poco sobre los cuerpos, como si quisiera compartirlo con alguien.

A Medoro, entrañable can, se lo llevaron varias veces a diferentes lugares para darle una buena vida. Sin embargo, una y otra vez el perro se escapaba y volvía a la revoltosa ciudad. Fue tanta su insistencia que los miembros de la guardia civil que lo veían volver neciamente le montaron una pequeña casa, para que estuviera protegido en el lugar que había elegido como hogar.

La historia de Medoro es parte de esas "Historias verdaderas de perros" narradas por Walter Benjamin en la radio. Una buena edición en nuestro idioma se encuentra en el libro Juicios a las brujas y otras catástrofes, que reúne algunos de los relatos radiofónicos benjaminianos en una traducción muy disfrutable. Esa historia es también la inspiración de esta serie, mis propias historias verídicas de perros, que compartiré poco a poco. 

Algunas las escribí en el pasado, pues tienen como protagonistas a perros amigos callejeros que hace tiempo que no rondan las calles. Unos han muerto; otros, desaparecido; y aun hay otros que reaparecen por intervalos, devolviéndome alegría y esperanza a cuentagotas. Hay relatos que narran la vida cotidiana de mis perritas, fuente inagotable de anécdotas, y narraciones sobre encuentros perrunos inesperados, enigmáticos, que ocurren en la encrucijada de lo habitual con lo extraordinario.

Si les gustan los perros y, sobre todo, sus historias, quizá disfruten la lectura de estas crónicas.





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